¿Qué es ser Médico de Familia?
Las nuevas demandas en salud de la sociedad civil derivadas de los profundos cambios y nuevos fenómenos que en la misma se están produciendo, no pueden ser ajenas al Médico de Familia y frente a ellas, además de mejorar de forma continua la calidad de la atención que asegure una respuesta adecuada a los servicios que se le requieren, los Médicos de Familia deben potenciar los valores que legitiman su papel en la sociedad.

Estos valores definen sus compromisos profesionales con la sociedad, el aprendizaje y la mejora continua para garantizar una adecuada actividad profesional. Enseñar, transmitir estos valores, forma parte del trabajo de un tutor; aprenderlos y asimilarlos es esencial para que un residente llegue a ser un buen Médico de Familia.
1. Compromiso con las personas: El ciudadano es el protagonista de la atención que presta el Médico de Familia, sus actuaciones por encima de cualquier otro interés están encaminadas a la mejora y mantenimiento de su salud. El mejor Médico de Familia es aquel que más colabora en conseguir unos buenos resultados en la salud del colectivo al que atiende.
Respetar la autonomía del ciudadano no es sólo un deber ético, sino un objetivo de salud. El Médico de Familia facilita la información necesaria para que el propio paciente decida, con su colaboración, el curso de la atención que prefiere. A este respecto, la promoción de la autonomía del paciente para autocuidarse es, en sí misma, un objetivo de salud esencial.
Al Médico de Familia le importa cada persona en su conjunto y a lo largo de toda su vida, atiende a personas con unos determinados problemas y creencias, inmersas en un contexto familiar y social que constituye un todo indivisible que también es objeto de su quehacer diario.
2. Compromiso social: El Médico de Familia, en su función de puerta de entrada al sistema sanitario, adquiere un compromiso social en el uso eficiente de los recursos sanitarios y en evitar activamente la discriminación en el acceso a los