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Claves para volver a la rutina con normalidad


Uno de los términos que más oímos en septiembre es "depresión postvacacional" y el otro "vuelta a la normalidad". La vuelta a la normalidad que se vive en septiembre tras un parón generalizado de gran parte de la actividad laboral, hace que muchas personas se depriman o sufran un estrés ocasional. Saber afrontarlo es clave para que éste no se descontrole y nos cause un perjuicio para la salud que tenga una solución más complicada.

La vuelta al trabajo, el inicio escolar de nuestros hijos, los nuevos horarios, las compras para iniciar el curso,... hace que de un día para otro cambiemos nuestra rutina del último mes. La incorporación a la rutina debe de hacerse con la mayor normalidad posible y tratando de no saturarse desde un primer momento. Lo importante es haber conseguido el objetivo: desconectarse durante unos días. Sin embargo, esto no tiene que implicar que no sepamos gestionar bien el retorno a la cotidianidad.

Lo inteligente es ir descartando tareas que se nos hayan ido acumulando durante los días de asueto. Primero, empezaremos por lo más urgente y después, poco a poco, con los temas de menor relevancia que hayan quedado en un segundo plano.


Si tenemos que planificar la vuelta al cole, la compra del material debe hacer también paulatinamente, con tranquilidad y ajustarse al presupuesto para evitar sorpresas posteriores.

Entre la vorágine de asuntos pendientes que tendremos que gestionar debemos buscar un hueco para nosotros. Unos minutos al día dedicados en exclusividad es algo muy importante para emprender con ganas el resto de las tareas pendientes.